Reflejo

Las sirenas de los petroleros no saben mentir ni escuchar y dan a gritos la virtud de la insatisfacción, guiando en vuelo regular, desafiante, ligero de bondad, sacando de quicio el cristal, el manto de bombillas que dibuja la ciudad. Y entre tanto estallido, mis manos y estas calles como láminas de hielo que me hacen colgar de los cables que unen los tejados... Y caen las hojas en los charcos en los que me reflejo y doy saltos bordenado el arenal que les da forma, y en la tormenta gris preparo un mate y sorbo a sorbo salto desde un rascacielos desnudo, en el peor invierno, y me sumergo en un río para buscarte en el fondo, tarareando una canción que no recuerdo.
Ciudad de mis noches del viento del puerto de la resistencia, del no pasarás, abre sus balcones para saludar, y a cada paso un color de un cometa que arremete contra los estantes en donde bailan ninfas desnudas entre cigüeñas que visten sus alas de azul.
Y en un rabo de nube que se deshiela en el cielo del centro de la ciudad me quedo dormido y en lo oscuro pudo ver un eclipse azul que me recuerda a ti.
Chico
1 comentarios:
A las 11:09 ,
Anónimo ha dicho...
:)
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