cerdos & diamantes

estupideces escritas con honestidad de gorrino

08 junio 2007

Mallorca vol.III (Bigardus maximus y más allá)

Hay viajes que pueden resultar cansinos de tanta broma, de tener a tu amigo al lado todo el tiempo, puedes incluso echar menos la comodidad de tu casao gente que te has dejado atrás, pero nunca hay que perder la esperanza, siempre aparecen nuevos chascarrillos y gratos peronajes que te alegran la vida. La vida, que es roñosa para muchas otras cosas siempre es generosa en momentos hilarantes.
En el día posterior a lo relatado lo planeado era visitar las Cuevas del Drach y y una bonita playa. En todo el viaje no nos desembarazamos de una nube negra que viajó con nosotros descargango todo fuera sobre nosotros, y sobre los temerarios adelantamientos de coches de Vico. Después de intentar preguntar en la casa de Rafa Nadal de Manacor llegamos a las cuevas. La composición de los visitantes era más o menos de 80 alemanes, 10 franceses, 2 koreanos y nosotros los andaluces. Figurense, andaluces con público, pues a liarla y a no parar de decir gilipoyeces durante todo el camino. El caso es que nos topamos con un guía nazi (escondida en la cueva a salvo de tribunales internacionales) que en las primeras frases que pronunció ya dejó claro que quería acojonarnos, y de eso pueden dar buena cuenta la pareja koreana a la que estuvo a punto de tirar por un agujero por hacer fotos con flash. HEP HEIL AGJJFOUSSSEN MAIL!!!!! Después de recuperarnos de esa intimidación nosotros seguimos a lo nuestro: hablar en alto, decir bormas muy en alto y reirnos con el volumen a toda ostia, estropeando el espéctaculo de luz y música de medio pelo del final de la visita, ganándonos así la simpatía de todos los alemanes, como demostraban sus rebufos a nuestras bromas. Es que no tienen sentido del humor estos bárvaros cerveceros.
Cuando llegamos a casa, después de echarnos un rato pasamos a arreglarnos y a preparar la noche. La salida podía estar bien. quedaban asuntos pendientes, como que Toñero se liara con la compañera de piso de Vico, con la que matemáticamente todavía no era campeón, y por supuesto la llegada de Paco, cordobés afín al clan enfermero-cordobés de Vico. Paco es un personaje, digamoslo así, típico de la Andalucía profunda, supongo que en su pueblo (de 500 habitantes)será un personaje carismático, y que con su caradura (o total falta de miras y ridículo) lo hará un personaje a tener en cuenta, pero entre nostros no cuajó mucho. Vino acompañado de su jefa, una sevillana rancia y para mi gusto no demasiado agraciada. Empezamos a beber en el piso y salimos entonados hacia lo que debería ser una copia de la feria de abril en Mallorca (lo que todo el mundo busca cuando va a Mallorca) pero se nos pasó un poco porque tardamos unas dos horas y media en llegar en coche, básicamente porque aunque estábamos a 10 minutos no fuimos capaces de encontrar el sitio. Ese rato en el coche lo ocupamos en cantar todo nuestro repertorio (que no es mucho) desde verde y morá hasta dragones y mazmorras, que felices éramos, y que gracia le hicimos a la conductora hasta que a las 2 horas no le hicimos tanta gracia. Al fin llegamos, y si ustedes creen que los canis son propiedad de andalucía o el extrarradio de Madrid, olvídense, aquello estaba plagado. Lo que resultaba incómodo porque era como estar en la calle chunga o ghetto de la feria de Málaga (que siempre evitamos) pero en Mallorca. Después de deleitarnos con los trajes rosas, las merdes borrachas, las niñatas busconas y los canis con peinados de orcos entraron en razón y nos fuimos para el paseo marítimo de Palma.
Tras este vaivén desembarcamos en el antiguo Pachá de Palma, donde gracias a la canaria (la enfermera cachonda)sacamos algunas copas que nos mantuvieron el tipo, y lo primero que recuerdo es que a Rafa le atacó una rusa de dos metros borracha (y cachonda) tras lo que decidimos pasar a la sala pachanguera, que no es que nos guste, pero que al menos entendemos más que el chunda chunda. De toñero y la chica, empate a cero.Allí entre lolailos empezó la noche de verdad, y fué cuando empezamos a bailar como a nosotros nos gusta: haciendo el polla, arrancando el papel de celofán de las paredes (si, los adornos en las paredes eran papel de celofán, la marcha de Mallorca no es para tanto). Hay que hacer un inciso para explicar que llegados a este punto Paco seguía intentando liarse con la sevillana, que le seguía el rollo, pero sólo hasta cierto punto, no sé si es que se dejaba a querer, si no quería liarse con un súbdito o simplemente era así de sosa, peor claro Paco no ayudaba cuando comentaba los generosos escotes, las cortas faldas o incluso hacía fotos de hembras delante de su pretendida. Toñero llegó a la prórroga, y cais a los penaltis si no fuera por un gol de oro, que por cierto marcó Vico, al fin fueron a tomarse unas copas y enroscaron sus lenguas, que bonito. Mientras Jabo derrochaba su encanto con la canaria, de lo que supimos dos días después, la canaria se había enamorado.
Y el resto fué resaca, cotilleos, algunas visitas y vuelta a Málaga, a la normalidad, al mundo donde 4 de cada 5 palabras que dices no son de coña, donde tienes que ser políticamente correcto y al terreno donde te tiene que importar lo que los demás piensen, donde tienes que guardar las apariencias delante de tus jefes, en fin, donde no hay vacaciones y la gente con la que de verdad te gusta estar cerca.

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